GASOLINA: SUMNISTRO Y PRECIO, UNA MEZCLA EXPLOSIVA.

Share

El tema de la gasolina en Venezuela es uno de los más recurrentes en los debates
económicos En el centro de todo esto hay elementos claves que salen a la luz
pública de forma esporádica y que reunidos muestran la terrible realidad de la
política de subsidio a los combustibles, que incentiva desde hace muchos años el
contrabando y el derroche. Cuatro elementos son fundamentales a la hora de
abordar el problema: precio, subsidio, producción, y consumo.
Precio: La última vez que se subió el precio fue en febrero de 2016 cuando se fijó
en Bs 1 el litro de 91 octanos y en Bs 6 el litro de 95 octanos. Es decir, que con un
dólar (al precio de la tasa oficial más alta de Bs 2.900.000) se compran 2.900.00
litros de gasolina de 91 octanos, combustible suficiente para recorrer la
circunferencia de la Tierra unas 2.500 veces .
Subsidio: Uno de los daños más graves a la economía relacionado con el precio
de la gasolina es el monto que anualmente dedica el gobierno para mantener los
precios irrisoriamente bajos. De acuerdo con el último informe financiero de Pdvsa,
entre 2014 y 2016 se acumuló una pérdida para de $24.549 millones por ese
concepto. Ese monto equivale al doble de las importaciones que realizó el país en
el año 2017.
Producción: La producción de gasolina por parte de Pdvsa viene descendiendo
en años recientes. Falta de divisas para importar los componentes necesarios
para el proceso, así como problemas operacionales de la empresa han afectado
todavía más esa situación. Datos de la Organización de Países Exportadores de
Petróleo (OPEP) señalan que en 2017 el país produjo 179.000 barriles diarios de
gasolina, 12% menos que el año previo y su menor nivel desde el paro petrolero
de 2003.
Consumo: Las cifras de Pdvsa señalan que el consumo interno también ha caído
e indican que en 2016 se vendieron en el mercado interno 230.000 barriles diarios
de gasolina, 12% menos que en 2015. Datos de la OPEP señalan que en 2017 en
Venezuela se consumieron 195.000 barriles diarios de ese combustible. Si
seguimos los números de la organización petrolera, entonces el país tuvo un
déficit de 16.000 barriles diarios el año pasado, encadenando su sexto año
consecutivo de insuficiencia.
Subir es necesario, ¿pero cuánto y cómo se hará?
La estrategia del gobierno apunta a mantener un precio subsidiado y otro libre.
Desde la Asamblea Constituyente se propone cobrar el litro de gasolina a $1, valor
que se asemeja al precio internacional de $1,17 y que el precio se suba cada tres
meses usando como base de cálculo el dólar oficial. Por los momentos el debate
se ha paralizado. No se ha vuelto a hablar sobre el tema y todo parece indicar que
no se hará por algún tiempo más. La crisis política en que se haya sumido el país
condiciona cualquier planteamiento sobre el particular. El gobierno se encuentra
de manos atadas pues sus ingresos se ven mermados y la producción de gasolina
ha descendido a niveles dramáticos, gravitando severamente sobre el suministro,
paralelo a ello se debe considerar el déficit de piezas monetarias en circulación y
el valor del dinero, severamente erosionado por la hiperinflación.